martes, 17 de marzo de 2009

Ciudadana de Sión

Advertir la manera en que mi experiencia sensible del universo ha coexistido duarente estos años con la sociedad virtual, y no se hasta que punto simulada, que se expresa en la web simplemente me deja casi sin la posibilidad de escuchar nada diferente del propio latido de mi corazón.
Parece como si inmersa en el aquetipo de la inocencia hubiese creído que el universo tan solo era posible de ser aprehendido a través de nuestra experiencia sensible ... recuerdo con emoción todos los paisajes vistos, las fragancias deliciosas, las sensaciones que trae el viento tibio, la mágica percepción del movimiento, las caricias recibidas ... pero leer, ver y entender todos los procesos comunicativos que se generan en el web no me dejan concluir otra cosa que siempre he sido una habitante de Sión.
Ese lugar en el que habitan quienes de alguna u otra manera no han podido ser atrapados por las fuerzas negativas de las máquinas y de la simulación y también, de quienes han sido privados de escenarios donde no se necesita la simultaneidad para poder interactuar, de las asincronías, de las colaboraciones sin rostros, de los espacios son límites en el espacio y en el tiempo.
No pretendo mantenerme al márgen de la virtualidad, de la matrix o de la comunidad simulada, ni tampoco busco fomentar una actitud ortodoxa en estos asuntos porque al mismo tiempo que me quedo sin aire percibo con toda claridad la magnificencia de las bondades de la web 2.0: la construcción colectiva del conocimiento, el desempeño de actividades en colaboración, el intercambio de herramientas de comunicación, me resultan indispensables en medio de un mundo globalizado y con tendencia a la autodestrucción.
Y son estos aspectos los que tal vez me resultan más apreciables para ser usados en mi quehacer pedagógico.
Si los bloggs, las tags, agregadores, podcasts, etc., son el mecanismo que fomenta en mis estudiantes estos valores pues bienvenidos estudiantes del derecho procesal a la matrix ... con la conciencia de que esta es una de las múltiples herramientas que nos ofrece el mundo del conocimiento aunque no la única y que comporta como todo en este mundo una serie de peligros que debemos conocer para poder sortear adecuadamente, como el que se deriva de la asincronía.

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